Las leyendas refieren la existencia de dos cadejos, uno blanco y otro negro. Ambos son animales misteriosos, grandes, muy fuertes y peludos que parecen perros, permanecen la mayor parte del tiempo con la lengua fuera y poseen grandes uñas en las patas traseras que producen un ruido característico al caminar.
El cadejo blanco es un guía y guardián protector del hombre; es bueno y camina a la par o detrás de la persona para guardarlo de los malso espíritos, defendiéndolo de cualquier peligro y acompañándolo en todos sus viajes nocturnos hasta el lugar donde el solitario caminante se dirige. No se cansa de caminar y al amanecer desaparece.
El cadejo negro es en cambio un espírito maligno, enemigo declarado del hombre que trata de dañarlo o matarlo en sus andanzas nocturnas; simboliza el mal, por eso es negro, es fiero y tiene ojos de fuego. Cuando el cadejo negro aparece o ataca al hombre, el cadejo blanco se interpone y lo distrae para que el hombre pueda huir. Hay ocasiones en que se establece una encarnizada pelea a muerte entre ambos animales; en este caso el caminante defendido por el cadejo blanco debe permanecer en el lugar de la contienda hasta el final de la pelea, de lo contrario su protector morirá al no contar con la ventaja de la presencia. En enfrentamientos en los que se cuenta con la permanencia del defendido, los cadejos nunca llegan a matarse; solo salen lastimados y el negro vencido.
Se dice que cuando el hombre rechaza la compañía del cadejo blanco y trata de hacerle daño, éste se lanza sobre su agresor, lo revuelca, lo muerde y lo deja mortalmente herido.
Estas leyendas pueden que estén relacionadas con una creencia antigua que dice que toda persona tiene un animal de compañía. Este animal es su doble. Toda enfermedad, daño o muerte de uno repercute en el otro. Se dice que al mismo tiempo que nace un niño, un animal nace en la montaña y que desde entonces sus destinos están compartidos.
Mi abuelita me contaba que el cadejo olia a cabra, un olor penetrante y caracteristico. Y si, el cadejo negro es malo, ve al hombre y trata de hacerle daño; pero el cadejo blanco aparece en la forma de un perrito blanco chiquito al trasnochador, en dependencia de como trate a este pequeño animal el "cadejito" lo protegera o se transformara en el gran animal que es para herirlo.
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